En el Perú de hoy hacer negocios, vía concesiones con el sector privado es una puerta abierta a la corrupción. El empresariado peruano (CONFIEP) es uno de los mas podridos de América Latina. Liberales de palabras, mercantilistas (coimeros) en la práctica. No creen ni practican la libre competencia, ni los valores ideologicos que dicen defender. El empresariado tiene una deuda con la sociedad peruana, sus relaciones con el fujimontesinismo y los últimos gobiernos los pinta de cuerpo, es el sector mas vendepatria y corrupto del país. A este sector piensa entregar en concesiones el actual régimen encabezado por PPK. Pero hay una logica que encierra este vasto proceso que desborda nuestros limites territoriales.
Como hemos dicho antes, enuevo n los últimos treinta años las políticas neoliberales en América Latina se han apuntalado a partir de tres columnas hasta ahora imbatibles: la liberalización del comercio, la privatización de las empresas públicas y la regulación laboral.Todo esto es, en suma, colocar al Estado en remate y al mejor postor, la burguesía corrupta. No en vano este proceso globalizador trajo consigo la reconguración política y constitucional del Estado peruano en los 90 para rediseñar un modelo económico y nuevas reglas jurídicas a partir de la primacía del mercado consagrada en la Carta Fundamental de 1993.
Esto que vemos en el Perú de hoy no es sino la aplicación de las viejas recetas fondomonetaristas de Milton Friedman (Estado Mínimo y reducción del intervencionismo estatal en la economía), en la idea que es el mercado el que soluciona con eficacia los problemas irresueltos por el Estado (Ver Régimen Económico, art. 58 y ss C.P. 1993) mentira colosal que ha servido para desvalijar el patrimonio nacional en general y ponerlo al servicio de las empresas transnacionales, el nuevo poder que emergió tras la Guerra Fría y dar paso a la incontenible expansión de la economía de libre mercado de alcances planetarios.
Las APP se ubican precisamente en ese vasto proceso. En el contesto de la modernización neoliberal del Estado, como nos quieren sorprender sus viejos mastines. . Estas modalidades de participación del sector privado formulada en sus inicios por el Dec. Leg. 1012 (2008) se ubicaron inicialmente en la infraestructura vial, transportes, telecomunicaciones, puestos hidrovias, etc. ahora se han instalado en el sector educación.
Como sociedad nos interrogamos, ¿dónde queda en interés nacional?, ¿qué nos corresponde hacer para evitar otro capitulo de despojo contra nuestro patrimonio?. El remate de los colegios públicos anunciado en Puno abre un frente que compromete a la sociedad en general y al magisterio peruano, nos convoca a defender lo que nos pertenece. Es la hora de defender la escuela pública.
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