Una competencia básica podría definirse como la respuesta eficaz ante los problemas y situaciones que se plantean habitualmente en un contexto definido, e implica poner en marcha un conjunto integrado de recursos personales, tales como conocimientos, destrezas y actitudes, para resolver adecuadamente una tarea fundamental para su realización personal, inclusión socio-laboral, ciudadanía activa y continuar aprendiendo.
No obstante, además de las materias, la organización y funcionamiento del centro, el plan de acción tutorial y la realización de actividades complementarias y extraescolares, el uso de la biblioteca escolar, etc. contribuirán al desarrollo de competencias básicas. Y del mismo modo, las familias y la sociedad en su conjunto están implicadas en su desarrollo, posiblemente sin una intencionalidad tan directa como la del centro educativo
Son precisamente estas ocho competencias básicas el principal referente asumido en el contexto de los países que han obtenido resultados exitosos, las cuales deben formar los currículos de las distintas regiones del país: comunicación lingüística, matemática, conocimiento e interacción en el mundo físico, tratamiento de la información y competencia digital, social y ciudadana, cultural y artística, aprender a aprender, autonomía e iniciativa personal.
El Diseño Curricular Nacional contiene más de treinta competencias, 140 capacidades en el nivel primario y 170 capacidades en secundaria, sin embargo el cambio acelerado del conocimiento requiere la adecuación de un nuevo DCN para afrontar los retos de la globalización, en tanto sigamos teniendo currículos elaboradas a partir de políticas educativas ajenas a nuestra realidad y sin la participación de los maestros, los resultados serán de entera responsabilidad de los gobiernos de turno. Sin embargo, a pesar de los cuestionamientos oportunos y los alcances de alternativas para levantar un DCN a partir de un estudio realista de nuestra problemática, casi siempre las autoridades cargan la responsabilidad a los maestros.
Fuente: Herald/Sute sector 17
No obstante, además de las materias, la organización y funcionamiento del centro, el plan de acción tutorial y la realización de actividades complementarias y extraescolares, el uso de la biblioteca escolar, etc. contribuirán al desarrollo de competencias básicas. Y del mismo modo, las familias y la sociedad en su conjunto están implicadas en su desarrollo, posiblemente sin una intencionalidad tan directa como la del centro educativo
Son precisamente estas ocho competencias básicas el principal referente asumido en el contexto de los países que han obtenido resultados exitosos, las cuales deben formar los currículos de las distintas regiones del país: comunicación lingüística, matemática, conocimiento e interacción en el mundo físico, tratamiento de la información y competencia digital, social y ciudadana, cultural y artística, aprender a aprender, autonomía e iniciativa personal.
El Diseño Curricular Nacional contiene más de treinta competencias, 140 capacidades en el nivel primario y 170 capacidades en secundaria, sin embargo el cambio acelerado del conocimiento requiere la adecuación de un nuevo DCN para afrontar los retos de la globalización, en tanto sigamos teniendo currículos elaboradas a partir de políticas educativas ajenas a nuestra realidad y sin la participación de los maestros, los resultados serán de entera responsabilidad de los gobiernos de turno. Sin embargo, a pesar de los cuestionamientos oportunos y los alcances de alternativas para levantar un DCN a partir de un estudio realista de nuestra problemática, casi siempre las autoridades cargan la responsabilidad a los maestros.
Fuente: Herald/Sute sector 17
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