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El actor Morgan Freeman, que estrena la serie para National Geographic “The Story of God” (La historia de Dios), cree que la religión se ha utilizado para “justificar los peores genocidios” y defiende que “matar en nombre de Dios no exime de culpa”.
En una entrevista con Efe, el veterano actor, que explicó que no se crió en un entorno religioso, afirmó que la serie que acaba de rodar llega en un momento en que la religión “está más presente que nunca en todo el mundo”.
Freeman apuntó que personalmente “cree” de algún modo en Dios, aunque la pregunta interesante para el ganador del Óscar sería: “¿qué relación tienes con ese Dios?”.
“Esa pregunta es la verdadera lucha que uno bate durante toda su vida, sobre todo cuando uno llega a una edad”, señaló el actor, que en el pasado se ha puesto en la piel de Dios en la gran pantalla (“Bruce Almighty”, 2003).
En “The Story of God”, Freeman recorre siete países en todo el mundo -como Israel, El Vaticano, India, Mongolia o Egipto- en busca de las respuestas que los grandes interrogantes de la vida.
“En los últimos meses, he viajado a decenas de ciudades y he podido unirme a la llamada a la oración en El Cairo, he aprendido a meditar con un líder budista, visitado los templos mayas de Guatemala y he discutido sobre razón y fe en la Academia Papal de Ciencia”, contó.
Freeman apuntó haberse “quedado con las ganas” de conocer al papa Francisco, que no pudo recibirle.
“Sí pude hablar con los científicos de la Academia Papal de Ciencia y me gustó su teoría de que el Big Bang sí existió pero no puede explicar por sí mismo la creación”, dijo.
Freeman apuntó que su “espiritualidad” no ha evolucionado con la película, aunque sí el conocimiento que tiene sobre las principales religiones del mundo y su historia.
Dijo además no creer en la posibilidad de la reencarnación.
“En el caso de que vuelvas a la vida será en forma de pez o hierba y entonces tampoco vas a tener conciencia de retorno”, bromeó.
Preguntado sobre la espiritualidad en Hollywood, Freeman se mostró escéptico, aunque sí quiso destacar que están en aumento las películas sobre religión en los grandes estudios de EE.UU.
Lo que más ha impresionado durante su “viaje” al intérprete es que “no importa dónde vayas, en el rincón del mundo en el que te pierdas, siempre encontrarás muy presente la idea de Dios”.
De su viaje destaca “el único lugar” donde nadie le reconoció durante la grabación del documental.
“Era una zona del norte de la India. Un remanso de paz. Para mí el cielo”, señaló.
En la producción Freeman ha contado además con la colaboración de Lori Mcreary, consejera delegada de Revelations Entertainment, responsable de “Invictus”, así como James Younger, documentalista y científico.
La serie consta de seis episodios: “Afterlife” (La vida después de la muerte), “End of Days” (El fin de los días), “Creation” (Creación), “Who is God?” (¿Quién es Dios?), “Evil” (Demonio) y “Miracles” (Milagros).
Freeman, McCreary y Younger decidieron embarcarse en el proyecto tras visitar hace seis años en Estambul (Turquía) el museo de Santa Sofía, que aún conserva elementos de su pasado como catedral y como mezquita.
“Ahora, tras cuarenta días de filmaciones, mi rezo es para que la gente disfrute viéndolo”, apuntó a modo de conclusión.
Freeman, de 78 años, que ha participado en más de 110 películas, entre las que destacan “Seven”, “Driving Miss Daisy” o “The Shawshank Redemption” (“Cadena perpetua”), recibió el Óscar al mejor actor de reparto en 2004 por “Million Dollar Baby”.
El actor afroamericano tiene todavía pendiente de estreno este 2016 las películas “Now You See Me 2”, “Going in Style”, “Cold Warriors”, así como la nueva versión del clásico “Ben-hur”