"El hombre nuevo es aquél que sabe luchar en el auge y en el repliegue, en la victoria parcial o en el revés temporal. Debe luchar, aún sabiendo que la victoria final no está próxima o que incluso no la verá. La lucha de los trabajadores exige no solo interpretar el mundo, sino transformarlo".
GERMAN CARO RÍOS

18/2/16

ESTADO, EDUCACIÓN PÚBLICA Y GLOBALIZACION NEOLIBERAL.


Dr. JUAN CONTRERAS TAYPE.
Asociación Casa de los Derechos Humanos

La globalización no es un proceso social novedoso en la historia humana. La invasión del siglo XVI sobre el continente americano, la guerra de las cruzadas en la Edad Media, las guerras mundiales del siglo XX, etc. han revelado el afán imperialista de las grandes potencias de extender sus dominios territoriales, asegurar el control de sus recursos naturales y la subordinación de sus economías al poder imperial; la imposición de sus costumbres y valores ideológicos, etc.

En nuestra época la globalización representa la expansión del capitalismo en su fase imperialista, global, caracterizado por la expansión de la economía de libre mercado, la hegemonía de los poderes transnacionales y la construcción de un megamercado de alcance planetario. En ese escenario global  que los analistas denominan “La Tercera Ola” (Tofler), el “Shoping Center Mundial” (Ianni), “Sociedades Pos Industriales (Touraine), etc. los Estados, especialmente, los aquellos ubicados debajo de la Línea Ecuatorial como el Perú, han sido reducidos a su mínima expresión, representan el poder formal, más no el poder real, de donde provienen las decisiones políticas. 

Frente a los poderes financieros transnacionales (FMI, Banco Mundial, etc.) y las nuevas reglas de regulación económica-comercial (Tratados de Libre Comercio TLC), estos Estados son sólo construcciones formales, ficticias, sin mayor capacidad para establecer correlaciones de fuerza favorables para sus países como se aprecia del  Acuerdo Trasnpacifico de Cooperación Económica (TPP) recientemente firmado por el gobierno de Ollanta Humala favoreciendo, entre otras cosas que se pierden en el secreto, el inmenso poder  de los grandes laboratorios a  través del control de las patentes y su absoluto poder sobre la medicina (los genéricos) convirtiendo la salud en un negocio descarado contra  los enfermos de cáncer, sida y otros males. El mercado, la ganancia desmedida contra  el derecho fundamental  a la vida, la salud, etc.   

Un Estado fuerte, legitimo y con capacidad de convenir en términos de prevalecer el interés nacional es lo que necesitamos los peruanos. Sin embargo, un Estado debilitado, reducido a condición de Estado subsidiario en la Carta Fundamental (art. 60) sin mayor injerencia en la actividad económica (espacio que se ha entregado en bandeja a las empresas transnacionales); sin soberania para llevar a los tribunales peruanos las controversias que impacten sobre el patrimonio nacional y, más aún, sin poder para modificar los Contratos -Ley celebrados con poderosas empresas transnacionales ((arts. 62 y 63), ¿qué capacidad puede tener para ser garante del bienestar  y los derechos humanos de sus ciudadanos, principalmente?

Durante la Revolución Industrial el capitalismo requeria de mano de obra para reproducir las mercancías (producción en masa) y satisfacer la demandas del mercado. Por ello aparecieron miles de fábricas en las principales urbes europeas, surgiendo el proletariado como clase social producto del desarrollo industrial. En esta época, en cambio, las empresas transnacionales hacen uso de la llamada  “tecnología inteligente” basada en la tecnología de las comunicaciones y la información (TICC) con los cuales se garantizan los ciclos de producción y de intercambio comercial  a nivel planetario. Este proceso innovador ha lanzado a miles de trabajadores al desempleo. En conclusión,  la “sociedad del conocimiento” no requiere tanto de mano de obra, sino de conocimiento y de la innovación científica que sólo puede devenir de un sistema educativo de excelencia. Esto  en  el Perú no existe.

¿En qué condiciones el sistema educativo peruano es capaz de articularse a la sociedad global? ¿En una sociedad de escaso desarrollo industrial es posible hablar de educación de calidad en el Perú, cuya economía,  a saber, prolonga  un modelo de desarrollo basado en el viejo extractivismo de data colonial que las élites exhiben como única receta para el desarrollo? ¿No hemos llegado tarde a  la  diversificación industrial? ¿Ha sido el Dec. Leg. 882 (Norma dictada por Alberto Fujimori que facilita la privatización de la educación en todos sus niveles y modalidades) la solución al problema estructural del sistema educativo peruano, o  la clave que explica su desbarrancamiento sin freno? ¿Y que decimos los peruanos de la pauperización académica de la educación básica y superior, convertido en negocio y fuente de inmensa fortuna de políticos - empresarios inescrupulosos que sin pudor alguno exhiben “plata como cancha” o deslizan frases de ripley como “la plata llega sola”?

Es penoso constatar que la educación pública sea un tema ausente en el debate electoral. Esto nos advierte que  el panorama  en este sector será el mismo. Es decir, no habrá cambio alguno y que la clave para su desarrollo descansará, como ahora, el sector privado.  Es decir, seguiremos teniendo una educación pública básica y superior cargando sus múltiples pobrezas y  una educación  privada,  a decir de los “consumidores”, cada vez más cara y académicamente pobre, salvo prueba en contrario. /////

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