"El hombre nuevo es aquél que sabe luchar en el auge y en el repliegue, en la victoria parcial o en el revés temporal. Debe luchar, aún sabiendo que la victoria final no está próxima o que incluso no la verá. La lucha de los trabajadores exige no solo interpretar el mundo, sino transformarlo".
GERMAN CARO RÍOS

29/7/08

Balance de dos años


Hay méritos que anotar en el balance de la gestión bianual del ministro Chang. Colocó el tema educativo en la agenda pública; promovió la evaluación de alumnos, postulantes y docentes a la par que promovió la promulgada Ley de Carrera Pública Magisterial; hizo suyo el Proyecto Educativo Nacional elaborado por el Consejo Nacional de Educación, que fue asumido por el Acuerdo Nacional, convirtiéndolo luego el gobierno en política de Estado (aunque falta agregar anualmente el 0.25% del PBI en el presupuesto de Educación, como está establecido); se impuso al SUTEP en la lucha por el poder con respecto a quién debe definir el norte y las normas del sector Educación; puso en marcha el Sineace y sus órganos de acreditación; dio a conocer un plan lector y guía para padres a fin de orientar a maestros y padres en la crianza de los niños; y algunos temas más.

Sin embargo, a juzgar por las encuestas y los chismes sociales, uno de los principales problemas del gobierno del APRA es la falta de credibilidad, por su notoria incapacidad autocrítica y el voluntarismo del presidente Alan García, que gusta anunciar expectativas de logros futuros como si ya estuvieran realizándose en el presente. Siendo así, el gobierno debería apelar a evaluaciones independientes, autónomas y de validez indiscutible para informar del impacto que han tenido las medidas que ha tomado. Esa es una de las grandes carencias que detectamos en el sector Educación. Se anuncia que hay un millón de alfabetizados sin definir qué significa estar alfabetizado y quién ha auditado las cifras y logros.


Se habla de miles de maestros capacitados sin una auditoría de lo aprendido y el impacto que ello ha tenido en clase. Se habla del aporte de miles de laptops sin que haya medida alguna sobre el impacto que ha tenido en la mejora de los aprendizajes. Y pese a todo, el gobierno anuncia triunfalista que esas medidas han mejorado la calidad de la educación, sin que eso haya sido medido ni demostrado. No olvidemos que todas las cifras del gasto social de la última década muestran que el gasto ha sido elevado pero altamente improductivo en materia de disminución de la desnutrición, pobreza y mejoramiento de la calidad de la salud y la educación. Así que la mejor receta para ganar credibilidad sería aplicar evaluaciones independientes no sólo a alumnos y maestros, sino también a las propias acciones del gobierno en Educación.

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