Lecciones de un paro amariconado en Lima y contundente en el provinciano país profundo

“LEAL OPOSICIÓN A SU MAJESTAD”

En la antevíspera del paro nacional del 9 de Julio, García publicó -vía El Comercio-la cuarta remesa “perro hortelaneana”, explicando su reciente ráfaga de decretos supremos en pro de “....la gran transformación del Estado que permitirá al país avanzar por el camino de la modernidad...” (sic). Asimismo se anunciaba el relevo del Ministro de Economía, cuyo flamante titular será, para variar otro ex-empleado del FMI (Luis Valdivieso). Es decir, el profundizamiento del fundamentalismo neoliberal seguirá siendo la consigna alanista “pese a quien le pese”. Y si para eso se hace necesario el bombardeo lacrimógeno, el plomo o la cárcel, “fatal es”.

La lógica histórica indica que ante tal fundamentalismo solo cabe oponer el respectivo contra contra-fundamentalismo, igual de contundente. Justamente lo que no son las cúpulas dirigenciales de la CGTP, CNA, SUTEP y –peor aún-los politiqueros que fungen de “opositores”, que –a decir verdad-están a retaguardia de las masas... Vale decir, “obligadas” a convocar el paro, mas que todo para estar a tono con el reciente “Moqueguazo” efectuado a pesar del “democratoide y antiviolentista” discurso de las dirigencias a sueldo.

Al respecto, nada más sintomático que -por ejemplo-el día del “Moqueguazo”, el vocero “nacionalista” Cayo Galindo abogara por el proyecto de Ley para triplicar el sueldo de los congresistas, dizque “para que no se corrompan”. He ahí el principal problema de las fuerzas populares: el fariseísmo o falsificación de la seudo representatividad opositora. Ni hablar del máximo dirigente sindical, Mario Huamán, quien –pese al “floro revolucionario”– mantiene a la CGTP como miembro del llamado “Acuerdo de Gobernabilidad”, con asiento contiguo al de Elías Grijalva de la siempre amarilla CTP aprista. No debió extrañar, por consiguiente, los incesantes pedidos a la “calma y pacifismo” por parte de quien se supone debería ser el primer y consecuente AGITADOR en un medio pleno de corrupción, antipatria y traición pro-extranjera.

Por eso el fracasado paro en Lima Metropolitana (“parcial”, dicen), no tenía más margen que autolimitarse al ritual ya conocidísimo de la “marcha pacífica y cívica” flanqueada por cientos de policías (que a veces hasta parecen ser más que los manifestantes), casi como “niños exploradores” (boys scouts) respetuosísimos del Establo Vladiconstitucional de Derecho. Y es que cuando la dirigencia está castrada, todo lo demás es traición o ilusión. Por último, el acto de cierre –el mitin en la plaza Dos de Mayo (a penas llena a la mitad)– no pasó de ser el colofón del ritual: el respectivo discurso de los “combativos dirigentes”, los eslogan´s de siempre (que casi ni han cambiado desde la época de Mariátegui)... y después todos los revolucionarios a sus casitas para ver la protesta por TV, comentada por Rosa María y la Chichi.

Como se dice, “LEAL OPOSICION A SU MAJESTAD”... puede ser el epitafio del paro Limeño. Contrario a las provincias en donde la contundencia fue el denominador común, particularmente en Ayacucho, Puno, Apurímac, Madre de Dios y Tacna, lo cual demuestra que mientras más lejos de las dirigencias limeñas, menos castramiento. Refiérase que todos los “azos” que han remecido el establishment globoneoliberal han sido provincianos. Por eso, debe quedar claro que el proceso de cambio genuino será descentralizado y siempre arrastrando a la globocolonizada Lima neo-virreynal. Se puede hasta comprender el porqué Sendero optó por los “paros armados” que en el fondo fueron más efectivos, si de “paralizar” se trataba, que el “pajazo” de Huamán y compañía. Lecciones de un paro amariconado en Lima y contundente en el provinciano país profundo“LEAL OPOSICIÓN A SU MAJESTAD”

EL DIRECTOR

fuente: www.prensantauro.com