"El hombre nuevo es aquél que sabe luchar en el auge y en el repliegue, en la victoria parcial o en el revés temporal. Debe luchar, aún sabiendo que la victoria final no está próxima o que incluso no la verá. La lucha de los trabajadores exige no solo interpretar el mundo, sino transformarlo".
GERMAN CARO RÍOS

10/10/08

PETROMAFIA NO ES NADA, EN COMPARACIÓN CON LA MAFIA MAYOR QUE PRETENDE VENDER MEDIO PERÚ

El mensaje de Del Castillo y la petromafia



(Nuevo Audio que vincual a del Castillo y Garrido Lecca en petromafia aprista)

http://es.youtube.com/watch?v=GANITOGWVt8&feature=related
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La podredumbre en el gobierno se muestra generalizada, por ello no sorprenden los audios reveladores de negociados petroleros, pues si los audios cubrirían toda la corrupción no habría ni siquiera tiempo de escucharlos.

Ante todo esto, el presidente del Consejo de Ministros, Jorge Del Castillo, pide serenidad y la más alta responsabilidad por la crisis del petroescándalo dirigiéndose a la opinión pública en dos oportunidades, la primera desde el Congreso, donde improvisó una conferencia de prensa después de su irrupción, y la segunda en mensaje a la nación en la noche.

¿Ahora viene a pedir responsabilidad? ¿Y qué hizo para frenar los indicios de corrupción más que evidentes en diversos sectores? ¿Por qué avala el negociado de Collique, de los terrenos de La Molina, de los cielos abiertos para los chilenos, de Lima Airport Partners, de los puertos, de Essalud, el SIS, etc.?

“Tres personas corruptas”

Del Castillo minimizó la cuestión de los audios diciendo que se trata de “tres personas corruptas”. Lamentablemente este señor está insultando la inteligencia de todos los peruanos, pues los señalamientos de indicios más que razonables de corrupción son numerosos.

No se puede quejar de que no se le advirtió. Políticos, periodistas, organizaciones sociales y gremiales han solicitado numerosas investigaciones sobre actos de corrupción, pero Del Castillo, con su pasividad o complicidad, ha creado las condiciones de la crisis, pues estos pedidos de investigación han sido ignorados.

Recordemos que antes de la caída de Fujimori, de igual manera, diversas organizaciones denunciaban las corruptelas, de modo que el dictador no puede alegar que no sabía. Sí sabía y no hizo nada y tuvo el fin que él mismo se labró.

Su consentimiento es suficiente demostración de que su actuación no tiene nada de responsable, y por qué no, quizás hay algo más oscuro en su participación, pues al fin y al cabo, a Del Castillo los mafiosos lo conocen y lo citan en sus agitados afanes y apetitos por devorar el patrimonio de todos los peruanos.

¿Estabilidad jurídica? ¿O estabilidad de la burguesía?

Resulta más bien sospechoso que después que se hayan evidenciado actos de corrupción ahora Del Castillo se desespere por la célebre “estabilidad jurídica”. 'No se debe caer en el juego político electorero que ponga en riesgo la estabilidad jurídica del país y el favorable clima de inversiones que tantos puestos de trabajo ha creado y que tanto ha impulsado el desarrollo económico y social del Perú', sentenció.

Según Del Castillo, los inversionistas se van a ir del Perú si se revisan los contratos, debido a que se ha solicitado su revisión como parte del proceso de investigación de la petromafia.

Esa desesperación de Del Castillo es reveladora, pues en ningún país civilizado del mundo la estabilidad jurídica implica aprobar, promover ni encubrir contratos fraudulentos u obtenidos mediante actos de corrupción; tampoco implica encubrir a los corruptos.

Si los contratos fuesen limpios, no hay problema, pero si se prueba la comisión de actos ilícitos, no debe preocupar la revisión de los contratos, pues la sanción es el único camino, y si la empresa que obtuvo el contrato lo hizo mediante coimas, es su responsabilidad, no la responsabilidad de los ciudadanos honestos del Perú.

Ninguna empresa del mundo puede quejarse de que se le sancione con la rescición de un contrato obtenido de manera dolosa o mediante sobornos. Si se ha comportado así sólo tiene que asumir las consecuencias, porque nadie le va a dar la razón.

En todo caso, el Perú no tendría por qué tapar el cáncer que apesta desde lejos y encubrir a las empresas corruptas, porque si el empresario fue honesto y ganó limpiamente una licitación no tiene por qué preocuparse, porque una revisión de los contratos, o su investigación, sólo demostrarán que actuó correctamente, y es ésa precisamente la clase de empresarios que el Perú necesita atraer, no aquellos que estén listos a corromper más al país.

Un sistema económico y empresarial que prometa sostenibilidad no puede sustentarse sobre el lodo, los gusanos y la pestilencia de la corrupción. El Perú necesita crecer sobre cimientos limpios, sólo así conseguiremos un verdadero desarrollo.

¿Por qué esa desesperación por que todos los contratos queden tal como están, sabiendo que los indicios de corrupción saltan a sólo centímetros de los ojos de todos?

Justifica su invasión al Congreso

Del Castillo dijo que irrumpió con su gabinete en el Congreso para “dar la cara”. En verdad estamos cansados de ver su cara, tanto más dura y paquidérmica cuanto más se siente el olor a corrupción.

Lo que él quería era burlar la censura del Congreso, forzando una presentación que no daría al Congreso lugar a interrogatorios, pero fracasó en el intento.
¿Ministros congresistas?
En el conflicto entre los poderes ejecutivo y legislativo suscitado ayer salta a la vista que para justificar su invasión Del Castillo alegue que entre el gabinete había dos congresistas, él y Luis Alva Castro.
Es legal que un congresista pueda ser elegido ministro, sin embargo, es tiempo de separar y bien a los poderes, de modo que si alguien postula para ser congresista, debe mantener su cargo, no puede ser ministro y congresista a la vez, pues sus electores lo eligieron para que legisle y fiscalice, no para que busque otros cargos en el poder ejecutivo.

Honor y decencia
Por último, Del Castillo sigue repitiendo la cuestión del honor 'el gabinete ministerial no rehuye a las responsabilidades sino que tiene la entereza de salir al frente de cualquier acción que intente afectar el honor y la decencia de los ministros de Estado', precisó.
Si tanto habla del honor, siendo jefe del gabinete, ¿por qué no explica cómo adquirió su gran residencia en Camacho al término de su gestión en la alcaldía de Lima? ¿Y por qué no explica de dónde tiene dinero su joven hijo para pretender comprar un canal?
No basta “rechazar cualquier insinuación”, como dice, sino que debe actuar con transparencia e indicar el origen de su fortuna.

Fuente: Revista Digital 'Con nuestro Perú.

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