PREUCUPACIONES DE LA DERECHA PERUANA

ESCENARIOS PARA EL 2011

Las posibilidades de que un candidato antisistema gane las elecciones presidenciales del 2011 y arranque un cambio traumático de modelo económico, con nueva Constitución, estatizaciones, controles de precios y de la prensa, parecen limitadas. Humala y Arana no ofrecen nada nuevo, salvo cambiarlo todo por puro gusto. Su modelo fue ensayado aquí hace décadas por Velasco y fracasó. Al contrario, ¿qué tendría que pasar para que no gane un candidato pro mercado que continúe con el modelo actual? Veamos cuatro escenarios riesgosos.

Uno, que la crisis internacional no haga V ni W sino L y el mundo entre en años de baja actividad y posible recesión con inflación. Esto haría que el gobierno ajuste el gasto para no acumular déficit fiscal y que deje de promover infraestructura. En tal circunstancia, aunque actuar contracíclicamente varios años cuesta, sería bastante razonable contraer deuda externa a largo plazo para continuar haciendo obras que equipen al país y generen sus propios medios de repago. Al terminar la crisis internacional nos recuperaríamos rápidamente.

Dos, que ocurra un nuevo "Baguazo" y el Ejecutivo tambalee ante los desórdenes y el desprestigio internacional. Para evitarlo, ojalá que funcione la prevención de conflictos y se cumpla con el gasto público ofrecido en obras locales. Sin embargo, el gobierno tiene que seguir gobernando hasta el último día, no replegarse ni dejar de tomar decisiones necesarias por temor a conflictos potenciales.

Tres, que se denuncie fundadamente un caso importante de corrupción de funcionarios públicos y no se tomen medidas prontas para sancionar a los responsables.

Cuatro, que en las próximas elecciones regionales ganen el Sur, particularmente en Cusco, Puno y Arequipa, candidatos antisistema de movimientos regionales probablemente financiados por el eje Chávez-Evo. Estos nuevos presidentes regionales podrían dedicarse a socavar al gobierno central en plena campaña electoral presidencial del 2011.

Este último escenario es preocupante. Pero otros temas específicos, como el del abastecimiento de gas y energía a futuro, requieren medidas bien pensadas con respeto a los contratos y las reglas del juego. Si no se aplican fórmulas convincentes, podríamos estar ante un punto de quiebre a la hora de las próximas elecciones presidenciales.

Gonzalo Prialé ( DIARIO CORREO)