Mientras el presidente Alan García resaltaba las bondades de su anunciado programa de Aseguramiento Universal de salud que ayer fue puesto en marcha en Lima Metropolitana y el Callao, trabajadores del sector salud contratados bajo la modalidad de Contratación Administrativa de Servicios (CAS) exigieron a viva voz el pago de sus aguinaldos por Fiestas Patrias.
Luego y ni bien terminó la ceremonia de presentación de dicho programa, el jefe de Estado partió raudamente del óvalo El Naranjal donde se realizó el evento, pero quien sí permaneció unos minutos más fue el primer ministro, Javier Velásquez, quien tuvo que soportar las exigencias a gritos de los manifestantes para que se les reconozca sus aguinaldos por 28 de Julio.
Los airados trabajadores no dudaron en lanzarle al premier uno de los papeles que portaban reseñando su demanda, el cual fue oportunamente interceptado por uno de los efectivos de seguridad que lo resguardan.
Ante la protesta, el jefe del gabinete ministerial por un momento quedó sin saber qué hacer por la tensa e incómoda situación que pasaba, pues prácticamente fue cercado por los trabajadores. Después de un momento optó por aceptar declarar a los periodistas, en medio de los gritos de los trabajadores que no sólo le exigían como representante del gobierno el pago del aguinaldo, sino que se les contrate de forma definitiva. Inclusive, los gritos de los manifestantes imposibilitaron escuchar las declaraciones del premier, que estaba más tenso que nunca.Tras breves minutos en el lugar, Velásquez se dirigió hacia su vehículo hasta donde fue seguido por los trabajadores antes de abandonar la zona rápidamente.
Después, el grupo, al notar la presencia del ministro de salud, Óscar Ugarte, orientaron sus reclamos hacia él.
Camino sin retorno
Momentos antes, en el acto protocolar, que empezó a las 9 de la mañana, en el distrito Los Olivos, los trabajadores contratados bajo la modalidad CAS se confundieron con el resto de los asistentes y en determinado momento empezaron a exigir la entrega de sus aguinaldos, mientras el jefe de Estado destacaba que en el Perú se ha iniciado “un camino sin retorno, pero fundamental para transformar el país”. El mandatario sostuvo que el lanzamiento del Aseguramiento Universal en salud en la capital es un hecho de enorme trascendencia y una afirmación de la justicia, de la igualdad, y significa el fortalecimiento de nuestra identidad.
En el acto, estuvieron presentes, además, el ministro de Agricultura, Adolfo de Córdova; la ministra de la Mujer, Nidia Vílchez; y la titular de Trabajo, Manuela García.También asistieron a la ceremonia el presidente ejecutivo de Essalud, Fernando Barrios; la congresista Hilda Guevara, así como ex ministros de salud.
CAS y García La tan repudiada modalidad de contratación denominada CAS fue destacada en su oportunidad por el jefe de Estado, quien señaló que permitiría contribuir a combatir la informalidad laboral a la cual definió como la esclavitud del siglo XXI.
Lo hizo al promulgar, en el 2008, la ley que regula el Régimen Especial de Contratación Administrativa de Servicios, norma cuya importancia resaltó diciendo que beneficiaría a cerca de 81 mil trabajadores, quienes gracias a este dispositivo tendrán acceso a la seguridad social y a derechos laborales fundamentales como vacaciones y a inscribirse en un régimen de jubilación.
“Continuamos nuestro trabajo de reforma del Estado para hacerlo más eficiente y para adecuarlo a los requerimientos de la justicia social (…) Sin embargo, uno de los temas, que es una expresión social en nuestra patria, se quedó en el tintero y al que muchos gobiernos no han dado respuesta, es la situación de 81 mil peruanos que prestan servicios al Estado en la modalidad de trabajo por Servicios no Personales”, sostuvo.
“Esta condición de los Servicios no Personales era necesario formalizar y otorgar de acuerdo a las posibilidades del Estado, derechos como la seguridad social y el derecho a la salud, el descanso anual que todos debemos tener y la posibilidad de afiliarse a un fondo para una pensión posterior”.
Entonces el dignatario asumía la defensa de los trabajadores y de su derechos “Todo esto que parece parte de la realidad no existía para 81 mil trabajadores al interior del Estado. Los servidores del Estado bajo la modalidad de Servicios no Personales, muchas veces son los que laboran más en la administración pública”.
“No es posible que se hable de crecimiento económico si también los empleados de pequeñas empresas no tienen derecho a la salud, todo esto tienen que restituirse en el país y será parte de una reforma profunda”, afirmó el presidente en su oportunidad.
Pero luego de ese discurso, poco a poco se fue olvidando y como muchas otras promesas fueron quedando en el archivo, hasta que ayer, los trabajadores bajo la modalidad de Contratación Administrativa de Servicios (CAS) le enrostraron al presidente el olvido de que son víctimas.
Trabajadores CAS carecen de derechos
El secretario general adjunto de la Federación CUT de Essalud, Manuel García, sostuvo que los trabajadores regulados bajo la modalidad CAS “no tienen derecho a nada” pues –dijo- no están en planilla, no se les reconoce horas extras. Detalló que sus contratos sólo son por dos meses luego de los cuales pueden tranquilamente ser despedidos, y agregó que esta situación de incertidumbre es tal que incluso no tienen siquiera derecho a la cena que se entrega al personal que efectúa servicio de madrugada.
Dijo que en esta situación se encuentra personal administrativo, asistencial así como tecnólogos, choferes repartidos entre Essalud, ministerio de salud y otros.
Fuente: Vilma Escalante/La Primera.
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