Tras la muerte de Mariátegui en 1930 un siniestro personaje se dedicó a denostar la figura del Amauta, prohibiendo la circulación de sus obras, incluso a insultarlo por sus dolencias físicas. Este corrupto personaje dedicó los últimos años de su vida a sepultar a Mariátegui, los amigos del Amauta que con tanto fervor socialista rodearon sus últimos días fueron expulsados del partido fundado por JCM, otros tuvieron que dar un paso al costado. Al final, EUDOCIO RAVINES, este siniestro personaje terminó al servicio de la extrema derecha fascista y militarista de los años 30 al 50 del siglo pasado, logró por largas décadas, casi cuarenta años, "desaparecer" a Mariátegui del PCP . Esta abominable tarea no pudo ser gratuita obviamente. Es sabido que las clases dominantes "compran" a dirigentes, débiles ideológicamente y propensos a la traición. Ravines fue ese, un traidor, un ser miserable que se vendió a la oligarquía de entonces, colocándose a su servicio porque las élites temían la posibilidad de una revolución bolchevique en el Perú por la impresionante adhesión que ganó el Amauta en la naciente clase obrera industrial, el proletariado minero y el campesinado yanacona de esa época.
La historia política peruana tiene un buque para llenarla de este tipo de personajes, miserables y serviles. HAMER VILLENA ZUÑIGA es uno de ellos. Obviamente Hamer Villena no tiene la formación política de Ravinez, inicialmente un bolche formado en la Unión Soviética. Villena es apenas un tipo mediocre, organizado en un partido igualmente mediocre PATRIA ROJA, responsable político de la diáspora magisterial por su larga cadena de traiciones. Hamer Villena ha optado por insultar, liquidar moralmente a todo cuanto maestro cuestione o critique las traiciones de Patria Roja, mafia delincuencial que tiene secuestrado al SUTEP, convertido en un cascarón de impresentables, cuyo "obra heroica" ha sido apoderarse de la Derrama Magisterial.
Calificar como "senderistas", o "pro Movadef" a otros maestros que han zanjado con las traiciones de Patria Roja en el SUTEP convierte a Hamer Villena en un peón de la extrema derecha, un elemento servil a las clases dominantes. Con toda seguridad es un asalariado de los aparatos de inteligencia o de algún grupo de poder económico, interesado en quebrar toda posibilidad de fortalecimiento del sindicato magisterial. De eso no nos cabe duda. Hamer Villena no es un dirigente sindical, menos un digno representante del magisterio del Perú. Su mediocridad le impide bajar a las bases a debatir sus posiciones ideológicas, si los tuviera. Cobarde y sin fortaleza ideológica Hamer Villena Zúñiga es ahora un ser miserable alquilado por la Cámara de Comercio de Lima donde acude porque allí si hay dinero de por medio o de cualquier otro medio (RPP, fiel servidor del fujimontesinismo en los 90) que lo convoca, también por dinero, para hacer lo que mejor sabe, calificar de senderistas a sus propios colegas.
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