Miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) colocaron barricadas en las calles aledañas al Zócalo de la ciudad de Oaxaca, en el sur de México, por temor al desalojo del plantón que mantienen desde el 15 de mayo.
En cada una de ellas los profesores prendieron fuego a las llantas colocadas en las intersecciones de las calles y algunas vallas, según constató Efe.
La detención de los dos principales dirigentes de esta agrupación magisterial intensificó las protestas de los docentes, que incluyen bloqueos carreteros en varias zonas del estado, sobre todo en la región del Istmo.
La mayor tensión se registra en la carretera Oaxaca-México a la altura del municipio de Nochixtlán, donde maestros y padres de familia la tienen bloqueada para impedir el paso de un convoy de policías federales.
El lunes un grupo de desconocidos ingresó a las oficinas del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), donde agredió a 15 trabajadores, destruyó muebles y computadoras, quemó documentos y robó expedientes, unos hechos por los que el Gobierno interpuso una denuncia.
Esta es una fecha emblemática para la Sección 22 de la CNTE y el movimiento magisterial, ya que hace justo 10 años el entonces gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, ordenó el desalojo de miles de docentes que estaban concentrados en el Zócalo.
Sin embargo, después de seis horas de enfrentamiento centenares de agentes federales y estatales fallaron en su intento de desalojar a los maestros, que entonces demandaban mejoras salariales y prestaciones laborales.
A partir de aquel día la exigencia del movimiento varió y pasó a exigir ante instancias federales la renuncia de Ruiz, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y el conflicto se prolongó durante casi un año, un periodo en el que al menos 26 maestros perdieron la vida, según cifras oficiales y del magisterio.
Una década después vuelven las barricadas en un conflicto entre el magisterio y el Gobierno de Enrique Peña Nieto que amenaza con recrudecerse.
La CNTE rechaza la reforma educativa promulgada por Peña Nieto en 2013, principalmente porque estableció la evaluación obligatoria de los docentes y quitó así el control que el sindicato tenía sobre las plazas de maestros.
Además, el Gobierno le quitó en 2015 el control del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) no solo de los puestos clave, sino de sus recursos.
A ello se sumó el encarcelamiento este fin de semana de sus dos principales líderes, Rubén Núñez y Francisco Villalobos, el titular de la Sección 22 de la CNTE y el secretario de Organización, respectivamente.
Pero esta vez el conflicto no se concentra solo en Oaxaca, como hace 10 años, sino que alcanza a los estados de Chiapas, Guerrero, Michoacán y Tabasco, donde la CNTE tiene mayor presencia.
La CNTE demanda la instalación de una mesa de negociación, respeto a los derechos de los trabajadores y la libertad de los presos políticos.
El secretario mexicano de Educación, Aurelio Nuño, reiteró hoy que el Gobierno está abierto al diálogo siempre y cuando los maestros reanuden las clases y acepten la reforma educativa.
En declaraciones a Radio Fórmula, dijo que son "más de 4.300 maestros" que han registrado tres faltas seguidas desde el inicio de la huelga en mayo pasado y por ello están en "proceso de ser dados de baja".
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