Cuando en el año 2008 se desencadena la gran crisis financiera internacional en EE.UU. , Europa trató de formar una muralla para que dicha crisis no afectara la economía de ningún país conformante de la UE, y mucho menos la fortaleza de su moneda (el Euro).
Pero, esta crisis financiera no se daba en abstracto, sino que está ligado a la crisis del sistema capitalista imperante en el mundo que, aunque parezca mentira, a la luz de de cómo se ha tratado de enfrentarlo ha tenido como resultado final el mayor enriquecimiento de aquellos Bancos (mejor dicho de los banqueros) que se declararon en quiebra. Y los que tuvieron que cubrir ese salvataje, por orden de Bush, fueron como siempre los ciudadanos de a pie que con el pago de impuestos y más impuestos vieron reducido cada vez más su alicaída economía familiar.
Es decir, frente a aquellos que sufren las consecuencias de la crisis financiera internacional, se privilegia a los causantes de este problema en detrimento del ciudadano común y corriente.
Europa no podía ser una excepción a las consecuencias de esta crisis financiera, lo que sucede es que han tratado de sobrellevarlo de tal manera que, hasta que no sucedió el colapso griego, no se sabía que existen otros países que podrían correr la misma suerte. Y es que la preocupación se ha trasladado, según manifiestan los analistas, a otros países como Portugal y España teniendo en cuenta que este último país tiene mayor índice de desempleo (seis puntos superior) que Grecia.
La respuesta del gobierno griego ha sido la misma de aquellos que siguen las recetas imperialistas, es decir un aumento inmediato de los impuestos a los carburantes, un retraso de la edad de jubilación y recortes en la remuneración de los empleados públicos que significarán una disminución del 10% del salario para la mayoría de funcionarios. Frente a esto los trabajadores griegos han impulsado paros y la amenaza de una huelga indefinida que puede tener resultados imprevisibles.
Todo esto ha motivado que la mayoría de los países de la UE quieran lanzarle un salvavidas a Grecia con un plan de rescate por 750.000 millones de euros ($955.000 millones) que la Unión Europea - UE diseñó con urgencia durante el fin de semana para detener una creciente crisis de deuda soberana que comenzó en Grecia, habiendo proporcionado a los inversores globales una ayuda muy necesaria por el momento. Habrá que ver qué sucede en los siguientes días.
Pero, esta crisis financiera no se daba en abstracto, sino que está ligado a la crisis del sistema capitalista imperante en el mundo que, aunque parezca mentira, a la luz de de cómo se ha tratado de enfrentarlo ha tenido como resultado final el mayor enriquecimiento de aquellos Bancos (mejor dicho de los banqueros) que se declararon en quiebra. Y los que tuvieron que cubrir ese salvataje, por orden de Bush, fueron como siempre los ciudadanos de a pie que con el pago de impuestos y más impuestos vieron reducido cada vez más su alicaída economía familiar.
Es decir, frente a aquellos que sufren las consecuencias de la crisis financiera internacional, se privilegia a los causantes de este problema en detrimento del ciudadano común y corriente.
Europa no podía ser una excepción a las consecuencias de esta crisis financiera, lo que sucede es que han tratado de sobrellevarlo de tal manera que, hasta que no sucedió el colapso griego, no se sabía que existen otros países que podrían correr la misma suerte. Y es que la preocupación se ha trasladado, según manifiestan los analistas, a otros países como Portugal y España teniendo en cuenta que este último país tiene mayor índice de desempleo (seis puntos superior) que Grecia.
La respuesta del gobierno griego ha sido la misma de aquellos que siguen las recetas imperialistas, es decir un aumento inmediato de los impuestos a los carburantes, un retraso de la edad de jubilación y recortes en la remuneración de los empleados públicos que significarán una disminución del 10% del salario para la mayoría de funcionarios. Frente a esto los trabajadores griegos han impulsado paros y la amenaza de una huelga indefinida que puede tener resultados imprevisibles.
Todo esto ha motivado que la mayoría de los países de la UE quieran lanzarle un salvavidas a Grecia con un plan de rescate por 750.000 millones de euros ($955.000 millones) que la Unión Europea - UE diseñó con urgencia durante el fin de semana para detener una creciente crisis de deuda soberana que comenzó en Grecia, habiendo proporcionado a los inversores globales una ayuda muy necesaria por el momento. Habrá que ver qué sucede en los siguientes días.
MI PALABRA
Felipe Torres Andrade
Ex Secretario General SUTE 14
San Juan de Miraflores, Lima, Perú
Felipe Torres Andrade
Ex Secretario General SUTE 14
San Juan de Miraflores, Lima, Perú
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