Los medios de comunicación en el país saben a qué juegan. Defienden poderosos intereses económicos, sus vínculos con el poder. A su regalado gusto en el último proceso electoral no dudaron en demoler al propio Ollanta Humala ("chavista", "violador de derechos humanos en Madre Mía", etc.). Después se tragaron sus insultos. Ahora dedican su tiempo a desprestigiar la combativa Huelga Nacional Indefinida (HNI) y a la dirigencia del CONARE SUTEP atribuyéndole delitos de terrorismo por emprender esta sacrificada HNI para demandar el aumento de remuneraciones, la plena vigencia de la Ley del Profesorado, el pago efectivo del 30%, etc.
El diario La República nos presenta como "Maestros de Sendero", Canal 4 nos vincula con la masacre de Tarata, y René Ramírez, el ilegitimo Secretario General del CEN SUTEP (PATRIA ROJA) pretende cobijarse tras esta campaña apareciendo como es, un "dirigente" intrascendente que jamás dirigió nada, un traidor que jamás pone la cara frente a los maestros en lucha, ahora interesado en poner a buen recaudo los poderosos intereses económicos de su partido sobre la Derrama Magisterial.
Ninguno de quienes han desatado la guerra sucia pone en agenda la extrema pobreza de miles de maestros postergados económica y socialmente por sucesivos gobiernos. Nadie habla de los sueldos miserables del magisterio (S/.1,000.00 mensuales, sin considerar los descuentos por préstamos, principalmente, a la Derrama Magisterial, que en la práctica el sueldo real mensual de un maestro es S/. 200.00 n/s). Nadie habla de los colegios a punto de caerse en los asentamientos humanos y en los pueblos de la serranía y Amazonía del país.
Desafiando al propio Estado de Derecho, el propio Ollanta Humala no se ha pronunciado acerca de las innumerables sentencias judiciales y decretos regionales obtenidas por el magisterio peruano para el reconocimiento del 30%; sin embargo, no duda en concesionar los recursos naturales al poder transnacional asesinando a más de una docena de ciudadanos en Cajamarca. En el magisterio no dudamos ya, Ollanta Humala es un peón al servicio de los poderosos de siempre, la clase trabajadora y el pueblo lo repudian.
La guerra sucia emprendida contra la HNI pone a prueba el temple del magisterio nacional. Ahora los campos están ya definidos. De una lado están quienes hemos optado por luchar por los intereses reales del magisterio peruano, poniendo en alto riesgo nuestros derechos en un contexto de eventual represión. Al frente, a la extrema derecha, sus medios de comunicación y Patria Roja, el partido de los comunistas embusteros, saboteando la justa lucha del magisterio peruano.
VIVA LA JUSTA HUELGA NACIONAL INDEFINIDA.
SOMOS MAESTROS, NO SOMOS TERRORISTAS.
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