La reciente promulgación de la Ley de Reforma Magisterial (LRM) se ubica en el norte de la profundización de las políticas neoliberales en materia laboral tendientes a depreciar el trabajo docente, en tanto se acelera la profundización de la privatización acorde con el rol subsidiario del Estado en la economía (Ver Titulo III, Régimen Económico Constitución Política 1993). Esto resulta coincidente con la regresiva percepción que las élites manejan respecto de la educación y del conocimiento en general. Tras haber renunciado a potenciar la educación superior (universidades públicas) malbarateando el conocimiento científico a través de universidades fabricadas a la carrera sin ninguna visión que no sea acumular fortuna, el Estado Neoliberal apunta a desaparecer el concepto de escuela pública como espacio de desarrollo de la sociedad del conocimiento, mientras alienta el empobrecimiento del magisterio y su degradación económica, social y profesional ante la sociedad.
Hace poco Salomón Lerner (La República del 25.11.2012) ha lanzado una severa advertencia "Rescatar a la Universidad Pública" tras precisar que la profundización de la crisis tiene que ver con la pobreza en infraestructura, la incapacidad para atraer a los claustros al personal docente mas calificado y, por ultimo, la ínfima capacidad presupuestal. Añade a esto la idea de una expansión del "fetichismo empresarial", esto es la idea de que el Estado es el peor gestor y que quien mejor gestiona (entiéndase acumula fortuna) es la empresa privada. Estas reflexiones resultan aplicables también a la escuela publica, colegios a punto de desplomarse, maestros peores pagados y una asignación presupuestal que revela que entre crecimiento económico y desarrollo humano hay un gran abismo marcado por la pobreza galopante y la desigualdad social. Esto no merece la atención de la tecnocracia neoliberal encabezada por Luis Castilla en el MEF con el beneplácito del dúo presidencial (Ollanta-Nadine).
¿QUE HACER? RESCATAR EL SINDICATO Y TRABAJAR POR EL FRENTE UNICO.
El magisterio no debe renunciar a la capacidad de ser protagonistas de la lucha y del cambio social. Esto supone tener claro la irrenunciabilidad de sus derechos y la férrea capacidad para enfrentar los peores escenarios, como la reciente derogatoria de la Ley del Profesorado 24029 y la imposición de la nueva Ley de Reforma Magisterial. El actual escenario sirve para emplazar al magisterio y sus dirigentes a asumir esta coyuntura con una alta dosis de madurez y responsabilidad, lo otro es acentuar el desbarrancamiento del sindicato, tarea que mejor ha hecho Patria Roja en la ultima década. Ya hemos dicho que un sindicato partidarizado o reducido a furgón de cola de una lacra partidaria le sirve mejor a las élites dominantes. La reciente huelga ha sido el laboratorio en el que, aparte de la generosa entrega de las bases, se ha evidenciado prácticas sectarias, antiunitarias, etc. que emanan de una concepción errática para entender como se maneja la correlación de fuerzas en un escenario de conflicto contra el régimen y su ayudante de turno, Patria Roja.
Fundido hasta el cuello Patria Roja en el desprestigio y desmoronamiento moral (evidenciado en sus negocios millonarios en el ámbito empresarial, con dinero de los maestros), corresponde al magisterio el rescate del sindicato de la lacra partidaria y en su seno acrecentar y fortalecer el FRENTE UNICO, el espacio de confluencia de las diferentes posiciones políticas, ideológicas, etc. alrededor de la bandera fundamental, la defensa de los derechos del magisterio peruano, combinando lucha legal y lucha de masas. Esto implica una sólida postura ética de confrontación y repudio a las mezquindades partidarias, los caudillismos, como las posiciones sectarias y fundamentalistas que corroen y dividen al magisterio peruano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario