Washington, agosto 27 -
El presidente Barack Obama se prepara para ordenar un ataque relámpago contra
arsenales y búnkeres sirios. La operación, con misiles lanzados desde buques en
el Mediterráneo, sería de sólo dos o tres días, según revelan este martes el
'Washington Post' y NBC News.
COMPARE COMO ESTÁN CONFORMADOS LOS EJÉRCITOS
COMPARE COMO ESTÁN CONFORMADOS LOS EJÉRCITOS
La cadena de
televisión asegura que fuentes militares apuntan a que el ataque podría ser
"tan pronto como este jueves". Sin embargo, Obama
aún no ha dado la orden y
está pendiente de los movimientos de los inspectores de Naciones Unidas, que tienen previsto en principio quedarse en Siria hasta el domingo.
está pendiente de los movimientos de los inspectores de Naciones Unidas, que tienen previsto en principio quedarse en Siria hasta el domingo.
El Pentágono quiere una operación rápida para
evitar el coste que supone llevar más barcos a la zona y el peligro de
involucrarse más en la guerra civil siria.
El presidente Obama repitió el viernes que quiere
evitar una intervención parecida a las de Irak, Afganistán o incluso Libia.
Participar de manera sostenida en la guerra siria sería, según dijo, "muy
caro, difícil y gravoso" y alimentaría "el resentimiento en la
región". El plan es poner en marcha una operación relámpago que sólo sea
un castigo concreto al ataque con armas químicas de la semana pasada en el que
murieron cientos de personas.
'Estamos preparados'
Chuck Hagel, el secretario de Defensa
norteamericano, insistió este martes en que los militares pueden actuar de
manera inmediata contra Siria si Obama da la orden. "Estamos preparados.
Hemos movido recursos en la zona para poder cumplir con cualquier opción que el
presidente desee", dijo en una entrevista a la BBC desde Brunei. Hagel ha
repetido este mensaje desde el viernes, cuando el Pentágono filtró que había
acercado sus barcos de guerra en el Mediterráneo a Siria y había ordenado a uno
de los que había terminado su misión en la zona que no regresara.
La Casa Blanca insiste en que "todas las
opciones están sobre la mesa" y que el comandante en jefe aún no ha tomado
ninguna decisión. Pero John Kerry, el secretario de Estado, salió este lunes a
hacer una declaración que parecía un anuncio de los motivos de la próxima
ofensiva militar. Habló de la masacre de niños y de los intereses de Estados
Unidos para que no proliferen las armas químicas. El responsable de Exteriores
dijo que su Gobierno presentará más pruebas contra Siria en los próximos días y
Obama anunciará entonces su "decisión informada".
Los tiempos se estrechan. El informe con datos
contra el régimen es el que los servicios secretos le presentaron al presidente
el sábado y Obama ha pedido que se desclasifique. La publicación podría ser
este martes o miércoles. El informe se ha elaborado en colaboración con Reino
Unido y Francia, que han movilizado en los últimos meses espías para controlar
los arsenales químicos del régimen sirio.
Obviando a la ONU
La Administración negocia ahora con el Congreso y
los aliados europeos y árabes el calendario de la ofensiva. No conseguirá
ningún mandato de la ONU porque Rusia bloquea cualquier resolución en el
Consejo de Seguridad con su derecho de veto como miembro permanente de este
órgano. Moscú se opuso hasta a una declaración para pedir una investigación más
amplia sobre el ataque químico.
Estados Unidos tampoco tenía prisa de intervenir.
Obama ha sido personalmente muy reacio a intervenir hasta ahora en Siria, donde
han muerto más de 90.000 personas en la guerra civil desde marzo de 2011, según
la ONU. En agosto del año pasado, el presidente aseguró que su "línea
roja" era el uso de armas químicas, pero no hizo ningún movimiento esta
primavera cuando los servicios de inteligencia occidentales afirmaron que el
régimen sirio había utilizado gas sarín contra civiles.
Washington no considera en ningún caso la
posibilidad de enviar tropas al país. Según la estimación del Pentágono, se
necesitarían al menos 75.000 soldados para entrar en Siria, algo a lo que la
Administración Obama no está dispuesta. El presidente repite que teme poner a
la población a favor de Asad, atraer más extremistas a la guerra civil y
expandir el conflicto más allá de las fronteras sirias.
La mayoría de los estadounidenses no quieren una
guerra con Siria incluso si Bashar Asad utiliza armas químicas. Según la última
encuesta de Reuters, de la semana pasada, el 60% asegura que Estados Unidos no
debe meterse en ese conflicto y sólo el 9% considera que Obama debe actuar.
Cuando se pregunta si EEUU debería involucrarse para evitar el uso de armas
químicas contra civiles, el 25% está a favor, pero el 46% sigue siendo
contrario a intervenir. — con Pascual Fernandez, Vamos Por Mas Mdq, Apork
Educativa y Fabiana Reinhardt.
Fuente: Julia Huamani
Fuente: Julia Huamani
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