“... luego que nacía la criatura las bañaban con agua fria para envolverla en sus mantillas y cada mañana que la envolvían, la habían de lavar con agua fría, y las más veces puesta al sereno; y cuando la madre le hacía mucho regalo tomaba el agua en la boca y lavaba todo el cuerpo, salvo la cabeza, particularmente la mollera que nunca le llegaba a ella. Decían que hacían esto por acostumbrarlos al frío y al trabajo y también porque los miembros se fortaleciesen.
No los soltaban los brazos de las envolturas por más de tres meses, porque decían que soltándoselos antes los hacían flojos. Teníanlos siempre echados en su camas, que era más corto que los otros para que se pudiese mecer.Al darles la leche, ni en otro tiempo alguno, no los tomaban en el regazo, ni en brazos porque decían que haciéndose a ellos se hacían llorones yo querían estar en la cuna, sino siempre en brazos. La madre se recostaba sobre el niño y le daba el pecho y el dárselo era tres veces al día. Y fuera de estas horas no le daabn leche aunque llorasen, porque decían que se habituaban a mamar todo el día y se criaban sucios con vómitos y cámaras; y cuando hombres, eran comelones y glotones. La madre propia criaba a su hijo, no se permitia darlo a criar por gran señora que fuese si no era por enfermedad, mientras criaban se abstenían de coito, porque decían que era malo para la leche y encanijaba a la criatura.
Si la madre tenía suficiente leche como para sustentar a su hijo, no le daba de comer hasta que lo destetaba. Cuando era tiempo de sacarlos de la cuna, por no traerlos en brazos, les hacían un hoyo en el suelo que les llegaba a los pechos, aforrandolos con trapos y les ponían jueguetes, ahi dentro el niño podia saltrar y brincar, no les cargaba asi sea el hijo del curaca
“Comentarios Reales
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