Trabajadores fantasmas en programas sociales
Los pobladores de diversos Centros Poblados del norte chico de Lima advirtieron que los programas sociales ejecutados por el gobierno se desarrollan con las mismas características irregulares: sueldos sin pagar, dinero destinado para la compra de herramientas que no se adquieren, aparición de trabajadores fantasmas, disposición de trabajadores para labores privadas, etc.
Según las quejas, en las zonas de Pativilca, Huaura y Barranca el gobierno hace trabajar a los pobladores y no les paga. Lo mismo estaría ocurriendo al sur de Lima, en Villa El Salvador, Lurín y Cañete.Se destapa corrupción.
Moradores de “El Potao” (Barranca) denuncian que en el programa Construyendo no recibieron sus sueldos, porque, en la lista de pagos, aparecieron nombres de personas que nunca trabajaron.
A poco más de un mes del escándalo generado en el Banco de Materiales, un nuevo caso de corrupción en programas sociales le estalla al gobierno.
Moradores del Centro Poblado “El Potao”, provincia de Barranca en el norte de Lima, denunciaron que luego de laborar casi un mes en el programa ‘Construyendo Perú’ no han recibido sus salarios.El programa fue creado por el actual gobierno para generar empleo temporal para los pobladores más necesitados, pero los únicos que sí cobraron puntualmente fueron empleados fantasmas cuyos nombres los agregaron luego de borrar de la nómina a quienes sí habían trabajado.Según Carlos Trujillo, representante de los perjudicados pobladores de “El Potao”, fueron en total 65 personas las que participaron en el programa ‘Construyendo Perú’, que depende del Ministerio de Trabajo, con la esperanza de aliviar su alicaída canasta familiar, pero nunca imaginaron que serían estafados.
De acuerdo al proyecto aprobado en favor de “El Potao”, el costo total de las obras fue de 31,901 soles, de los cuales más de 20 mil estaban destinados a los salarios de los moradores y más de 10 mil a la compra de enseres y herramientas. Sin embargo, según los pobladores, el dinero nunca llegó e, incluso, trabajaron con sus propios instrumentos, pues el programa no les dio palas, rastrillos ni nada de lo ofrecido.
Como la partida de dinero ya había sido aprobada por el gobierno, se debía cumplir con el cronograma. Las labores se iniciaron el 2 de abril y terminaron el 26 del mismo mes. Se limpiaron y pintaron calles, removieron desmontes y construyeron veredas. Finalizado el proyecto, los pobladores de “El Potao” se alistaron para cobrar sus sueldos, según el tiempo trabajado, de entre 100 y 400 soles cada uno, pero no recibieron nada.
LA PRIMERA tuvo acceso a la relación de asistencia de los trabajadores donde se consigna el nombre de todos los obreros y su asistencia puntual al trabajo. Sin embargo, la planilla oficial de pagos fue cambiada.
Muchos de los pobladores fueron retirados de la lista de pagos sin explicación alguna, a otros les rebajaron los sueldos, pero tampoco pudieron cobrar. ¿A dónde fue el dinero? Grande fue la sorpresa de los afectados cuando descubrieron la existencia de 11 integrantes nuevos en la planilla, es decir, trabajadores fantasmas, que sí cobraron sus sueldos. Los fantasmas, según la denuncia de Carlos Trujillo, habrían cobrado la suma de 3,648 soles y ya fueron identificados por la propia población de “El Potao” como profesores, estudiantes y parceleros de conocida militancia aprista en Barranca.
Fuente: La Primera/Marcelo Puelles.
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